martes, 13 de septiembre de 2011

El Reallity Show de Enrique Peña Nieto”, el libro que todo México debería leer.

Oscar Muñoz Tinoco

No hay nada más atractivo y a la vez desalentador para los mexicanos que las interminables campañas electorales para ocupar la silla presidencial, y es que el próximo mes de julio conoceremos -con el glamur que caracteriza a los medios de comunicación -la llegada casi ¿anunciada? del próximo presidente de la república: Enrique Peña Nieto.

De la vida política del copetudo [como muchos oponentes le apodan], podemos encontrar un sexenio lleno de sucesos que rondan en lo sublime y lo infame, tan sólo por mencionar algunos casos, enlistemos los siguientes: la muerte de su esposa Mónica Pretelini, el caso de la niña Paulette, el intento de privatizar las pirámides de Teotihuacán, el fracaso del tren suburbano y la represión a los comuneros de Atenco.

Actualmente si volteamos a ver los municipios del Estado de México, es evidente el incremento de los feminicidios, del desempleo y delincuencia de todo tipo, pero en contraste abundan los 600 compromisos cumplidos y su gran galanura y pose al dar su discurso.

El periodista e investigador mexicano Jenaro Villamil, publicó en el 2009 “Si yo fuera presidente, el reallity show de Enrique Peña Nieto”, un libro que reproduce toda una radiografía de los inicios del priísta y su acercamiento a la vida política con la dinastía que conforma el Grupo Atlacomulco, así como cada uno de sus pasos al momento de asumir su cargo como gobernador en el Estado de México.

Si hay una personalidad que monitoree cada discurso, palabra, acto o caso ligado al goldenboy es Jenaro Villamil, en cada publicación o artículo en su página web o en la revista Proceso hace alusión a su persona, ¿Qué tiene de especial para él? El mismo interés que le provoca a la ciudadanía ver a Peña Nieto directa o indirectamente en televisión, no sólo en los noticieros ¡incluso su fama y popularidad ya ha traspasado fronteras! Ahora lo observamos en los programas de chismes y de la farándula luciendo al lado de su nueva esposa Angélica Rivera (o La Gaviota como le quieran decir).

Además como si fuese un plan para los comicios del 2012, antes de que contrajeran nupcias, en una entrevista con Sabina Berman y Katia D´Artigues en el programa Shalalá, Peña Nieto afirmó que el área que les apoya (las televisoras y el PRI) eligió a Angélica Rivera para que fuese la imagen del Estado de México, convirtiendo [sin ser malpensados] su relación en una promoción mediática.

En la investigación que desarrolla el periodista, demuestra (con el documento en la mano) las incongruencias y actos de corrupción que rodean a Enrique Peña Nieto, pero ahora no como una opción de los poderes e intereses que controlan al país, sino de una voluntad que va más allá, el poder monopólico de Grupo Televisa y su presidente Emilio Azcárraga Jean.

Las manera de cómo se manejan las riendas del país han cambiado desde que el PAN tomó la república en el 2000, ahora las ambiciones corren por cuenta de los grupos que controlan los medios de comunicación, antes los partidos políticos designaban el curso de la información, tal es el caso de Azcárraga Milmo al transformar su empresa Televisa en el principal grupo de presión al interior del sistema político mexicano. Por ejemplo, en 1990 se declaró soldado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y cinco años después manifestó ser únicamente “soldado del presidente”.

En la actualidad las cosas han girado 180 grados, y es algo que Jenaro Villamil expone perfectamente en su libro, son los medios de comunicación y en especial Televisa y TV Azteca los que pondrán sus inversiones e intereses en el partido o en el candidato para incrementar su monopolio y alcance en el mercado.

Jenaro Villamil expone como el consorcio televisivo que dirige Azcarraga Jean ha designado al gobernador mexiquense como su gran inversión para llegar a la silla presidencial, lo define como la mercancía mercadológica más importante en los últimos años y su importancia radica en ser la continuidad de una tradición de negocios, pactos, encubrimientos, redes familiares y delitos contra los bienes del pueblos maquillados por el poder político que le rodea.

El Reallity Show de Enrique Peña Nieto, es un libro que quedará para la anécdota de lo que fue una premonición a 3 años de celebrarse las elecciones presidenciales que regresarían al PRI al poder y un ejemplo del periodismo de investigación que debe seguir en el país para las futuras generaciones.

La valentía y el carácter para un reportero es primordial ante la crisis y fragilidad que vive el Estado mexcano, el cual no es obra de la casualidad sino de la causalidad, llevar la información a la ciudadanía se ha convertido en una obligación y un placer, un privilegio para desenmascarar todo el sistema y orden elitista en el que vivimos.

Porque la política quieran o no, rige todo en la rutina de cada individuo emergente de cualquier sociedad, la política infiere en el arte, en la cultura, en la música, en la poesía, en la comunicación, en todo, e ignorar lo que sucede en el país es convertirse en cómplice de quienes transforman y manipulan el curso de cada uno de nosotros.

Así como Los Presidenciables de Jorge Ramos es un libro para considerar y repasarlo antes de votar, El Reallity show de Enrique Peña Nieto viene a ser una investigación más desarrollada en el aspirante priísta que viene a remembrar lo que su partido le llama “la nueva generación”, Villamil muestra los logros del arduo trabajo en indagar la figura mediática, la influencia de la televisión y el poder adquisitivo del erario público para lograr a toda costa presencia en los medios sin importar la calidad demostrada en su gobierno.

No obstante, desde que inició su etapa como gobernador, se ha criticado el sistema que rige a Peña Nieto, se han dicho y escrito infinidad de cosas y a él no le hacen nada las críticas. En México el negocio de la política es muy redituable.